jueves, 12 de marzo de 2009

Periferia


El ocio sí que lleva tiempo. No se puede obtener así como así, de un momento a otro, por ausencia de quehacer. Por ahora tiendo a llenar todos los huecos, a ocupar todas las horas libres con alguna actividad estúpida e inconducente porque, casi sin darme cuenta, yo también, como esa gente que siempre he despreciado, me he ido creando un fuerte temor a mi mismidad, a estar a solas sin ocupación, a los fantasmas que desde el sótano empujan siempre la puertatampra buscando asomarse y darme un susto.

Mario Levrero - La novela luminosa

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola!, la verdad que no se como llegue aca, pero me gusto mucho tu arte, y dije, tengo que firmar... :D

Te invito cuando quieras a pasar por mi blog y conocerme.

Besos!
Sach.