domingo, 25 de octubre de 2009

Periferia


Nuestro silencio y el silencio del mundo, tan musicales, ah, tan
musicales,
en sus primeras zonas. Porque en cuanto descendemos más nos
sorprende el grito de la vida.
La vida grita, hermanos, en lo profundo del mundo y de nosotros
mismos.
La vida herida grita y es inútil nuestro intento de eludir el grito
en el adorable y reposante refugio de nuestra soledad o de nuestra
comunión con las criaturas secretas del mundo.

Juan L. Ortiz - Sí, el nocturno en pleno día

miércoles, 14 de octubre de 2009

Centro


Descubrí que no importaba si le sacaba un tumor, si le corregía su presión arterial, su vida aún seguía podrida.

Hunter "Patch" Adams