lunes, 19 de noviembre de 2007

Centro


Una vibración lujuriosa mueve continuamente a la ciudad.
Si hombres y mujeres empezaran a vivir sus efímeros sueños,
cada fantasma se convertiría en una persona con quien comenzar
una historia de persecuciones, simulaciones, malentendidos,
choques, opresiones, y el carrusel de las fantasías se detendría.
Italo Calvino.

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